Hola amigos y amigas y gente de bien en general. En esta ocasión, quiero reflexionar con vosotros sobre la incomprensión que puede sufrir un adepto a una secta. En la siguiente entrada me gustaría considerar también la incomprensión que puede sufrir el ex-adepto.
Para empezar, vamos a dar una definición básica de lo que es un adepto a una secta:
Para empezar, vamos a dar una definición básica de lo que es un adepto a una secta:
Adepto: Persona captada por una secta, que no percibe la manipulación mental y los trucos coercitivos que recibe de ésta. Por lo general los adeptos están en la secta formalmente. Para el caso que nos ocupa, diríamos que son testigos de Jehová.
Sin embargo también pueden no pertenecer formalmente al grupo, es decir, pueden estar bajo la influencia de la secta sin ser del grupo. Por ejemplo, ex-testigos de Jehová que han abandonado el grupo o que han sido expulsados de él pero que siguen atados mentalmente a la secta, o siguen absorbiendo su mensaje. Este tipo de personas siguen siendo presa del control mental. También los miembros iniciados que todavía no forman parte oficialmente del grupo sectario encajarían en esta definición.
Una vez fijada esta breve definición, analicemos ésta incomprensión que pueden sufrir. Por lo general, la incomprensión hacia los adeptos proviene de familiares ajenos a la secta, aunque se pueden sentir también incomprendidos por algunos ex-adeptos.
Por lo general, cuando alguien es captado por una secta, sus familiares tienden a reaccionar en contra. Las reacciones son variadas. Hay familiares que se lo tomarán con calma, y que trataran de razonar con el captado sin preocuparse mucho. En el caso contrario, es posible que el familiar pueda reaccionar con ira, con gritos, y presionando por activa o por pasiva al captado para que deje el grupo. Vale la pena decir que sea cual sea la reacción, en todos los casos la preocupación de los familiares o amigos del captado responde a un interés y una preocupación real por la persona.
Normalmente se considera al adepto como a alguien con el "cerebro lavado". Esta expresión es aceptable, pues no significa otra cosa que al adepto se le han sustituido su personalidad y sus ideas por otras completamente distintas, a través de adoctrinamiento y normalmente apoyándose en otros medios más sutiles, como la presión de grupo o las tácticas coercitivas.
Sin embargo no debemos considerar al adepto como a un tonto o una persona ignorante. Por lo general, el que una persona sea captada no depende de su inteligencia o sus conocimientos. Los factores que pueden llevar a una persona a ingresar en una secta, pueden ser diversos: Interés por Dios (en caso de sectas religiosas), presión de un ser querido o varios (por ejemplo la familia), satisfacer problemas como la soledad, la incomprensión, o la falta de seguridad, búsqueda de ideales...
Así pues, podríamos establecer dos factores determinantes para que una persona, independientemente de su nivel de estudios o su coeficiente intelectual, puede ser captada: el momento correcto y el lugar correcto.
El momento correcto: la persona en ese momento se encuentra por lo general hundida, con algún tipo de carencia muy importante. Con depresión, soledad, falta de un entorno familiar estable, búsqueda de creencias... Así pues el factor determinante es estar en un período de bajón o depresión existencial, o también presionado por otros factores como la familia o un ser querido que ya son adeptos a la secta.
El lugar correcto: por supuesto, no todas las personas deprimidas ingresan en una secta. Para eso tienen que recibir el mensaje de la secta y aceptarlo, y para esto tienen que estar en el lugar correcto. Esto significa, que tal vez algún familiar o amigo le presente al grupo como solución a sus problemas, o que simplemente a través del proselitismo, la secta consiga captar a dicha persona.
En cualquiera de los casos, podemos observar que realmente la inteligencia o sabiduría de la persona no juega el papel principal en esta película. Los conocimientos y la inteligencia pueden ser una vacuna contra las sectas, pero no son un factor decisivo para evitar que alguien sea captado; si ésta persona se encuentra inestable y necesita al grupo para satisfacer sus necesidades puede ser captada de igual manera, tenga carrera o no.
Para ejemplificar el asunto, imaginemos que llevamos varios días vagando por el desierto, muertos de sed. En algún punto del desierto nos encontramos a una persona que dice que nos dará agua, pero nos avisa de que ésta agua contiene también algo de veneno.
Nuestro conocimiento nos dice que el veneno es malo, y que no deberíamos tomar. Pero debido a nuestra necesidad, con total seguridad sopesaremos si tomar del agua o no. Y dependiendo del grado de sed, de lo necesitados que estemos, es posible que elijamos tomar esa agua con un poco de veneno a pesar de los riesgos.
El caso es similar. El captado sabe que el grupo puede ser peligroso, su sentido común le dice eso, pero su necesidad es mayor y finalmente es captado. Por eso no es justo que le critiquemos o lo juzguemos por tal decisión en su momento de necesidad. Incluso en muchos casos ni siquiera se da cuenta de que hay veneno en el agua (de que la secta es peligrosa). Lo que debemos hacer es ayudarle y ofrecerle nuestro apoyo incondicional.
Es importante ver al adepto como a una persona secuestrada, o con la mente ocupada por otra persona. Esto es difícil de entender, ya que podemos ver al adepto viviendo su día a día con total normalidad. Levantándose por la mañana, sirviéndose una taza de café, yendo a su trabajo, y haciendo cualquier otra tarea. No está esposado, ni amordazado, ni podemos observar aparentemente nada que retenga su voluntad.
Por lo general, cuando alguien es captado por una secta, sus familiares tienden a reaccionar en contra. Las reacciones son variadas. Hay familiares que se lo tomarán con calma, y que trataran de razonar con el captado sin preocuparse mucho. En el caso contrario, es posible que el familiar pueda reaccionar con ira, con gritos, y presionando por activa o por pasiva al captado para que deje el grupo. Vale la pena decir que sea cual sea la reacción, en todos los casos la preocupación de los familiares o amigos del captado responde a un interés y una preocupación real por la persona.
Normalmente se considera al adepto como a alguien con el "cerebro lavado". Esta expresión es aceptable, pues no significa otra cosa que al adepto se le han sustituido su personalidad y sus ideas por otras completamente distintas, a través de adoctrinamiento y normalmente apoyándose en otros medios más sutiles, como la presión de grupo o las tácticas coercitivas.
Sin embargo no debemos considerar al adepto como a un tonto o una persona ignorante. Por lo general, el que una persona sea captada no depende de su inteligencia o sus conocimientos. Los factores que pueden llevar a una persona a ingresar en una secta, pueden ser diversos: Interés por Dios (en caso de sectas religiosas), presión de un ser querido o varios (por ejemplo la familia), satisfacer problemas como la soledad, la incomprensión, o la falta de seguridad, búsqueda de ideales...
Así pues, podríamos establecer dos factores determinantes para que una persona, independientemente de su nivel de estudios o su coeficiente intelectual, puede ser captada: el momento correcto y el lugar correcto.
El momento correcto: la persona en ese momento se encuentra por lo general hundida, con algún tipo de carencia muy importante. Con depresión, soledad, falta de un entorno familiar estable, búsqueda de creencias... Así pues el factor determinante es estar en un período de bajón o depresión existencial, o también presionado por otros factores como la familia o un ser querido que ya son adeptos a la secta.
El lugar correcto: por supuesto, no todas las personas deprimidas ingresan en una secta. Para eso tienen que recibir el mensaje de la secta y aceptarlo, y para esto tienen que estar en el lugar correcto. Esto significa, que tal vez algún familiar o amigo le presente al grupo como solución a sus problemas, o que simplemente a través del proselitismo, la secta consiga captar a dicha persona.
En cualquiera de los casos, podemos observar que realmente la inteligencia o sabiduría de la persona no juega el papel principal en esta película. Los conocimientos y la inteligencia pueden ser una vacuna contra las sectas, pero no son un factor decisivo para evitar que alguien sea captado; si ésta persona se encuentra inestable y necesita al grupo para satisfacer sus necesidades puede ser captada de igual manera, tenga carrera o no.
Para ejemplificar el asunto, imaginemos que llevamos varios días vagando por el desierto, muertos de sed. En algún punto del desierto nos encontramos a una persona que dice que nos dará agua, pero nos avisa de que ésta agua contiene también algo de veneno.
Nuestro conocimiento nos dice que el veneno es malo, y que no deberíamos tomar. Pero debido a nuestra necesidad, con total seguridad sopesaremos si tomar del agua o no. Y dependiendo del grado de sed, de lo necesitados que estemos, es posible que elijamos tomar esa agua con un poco de veneno a pesar de los riesgos.
El caso es similar. El captado sabe que el grupo puede ser peligroso, su sentido común le dice eso, pero su necesidad es mayor y finalmente es captado. Por eso no es justo que le critiquemos o lo juzguemos por tal decisión en su momento de necesidad. Incluso en muchos casos ni siquiera se da cuenta de que hay veneno en el agua (de que la secta es peligrosa). Lo que debemos hacer es ayudarle y ofrecerle nuestro apoyo incondicional.
Es importante ver al adepto como a una persona secuestrada, o con la mente ocupada por otra persona. Esto es difícil de entender, ya que podemos ver al adepto viviendo su día a día con total normalidad. Levantándose por la mañana, sirviéndose una taza de café, yendo a su trabajo, y haciendo cualquier otra tarea. No está esposado, ni amordazado, ni podemos observar aparentemente nada que retenga su voluntad.
Sin embargo, pese a que él es consciente de sí mismo y puede desenvolverse con normalidad, no hay que olvidar que su mente está ocupada, y que su verdadera personalidad y sus verdaderas ideas han sido relegadas al fondo de su mente, de forma que el adepto cree que su nueva personalidad y sus nuevas ideas son verdaderamente suyas, y actúa en consecuencia.
Ahora que hemos visto que no debemos considerar al adepto como a alguien tonto o poco inteligente, sino como a una víctima de secuestro mental, también podemos considerar el siguiente paso. Cómo ayudar al adepto:
Ahora que hemos visto que no debemos considerar al adepto como a alguien tonto o poco inteligente, sino como a una víctima de secuestro mental, también podemos considerar el siguiente paso. Cómo ayudar al adepto:
Si eres un familiar ajeno a la secta, seguramente tu primer instinto te invite a decirle al adepto las cosas claras: que está en una secta, que lo que cree son sólo gilipolleces, y que debe despertar de una vez. Ésta es una reacción comprensible, pero a no ser que el adepto se encuentre en una fase muy temprana de adoctrinamiento, no va a dar resultado.
Por lo general las sectas, y en este caso también los testigos de Jehová, advierten al iniciado de que sus familiares se opondrán "bien intencionadamente" a que ingrese o trate con la secta. Así pues, ellos estarán alerta ante cualquier mensaje contrario que un familiar les pueda lanzar, y si el adoctrinamiento ha surtido efecto, la persona se cerrará en banda y pronto se pondrá a la defensiva.
Lo recomendado normalmente para tratar con adeptos, es razonar con ellos de una forma "light". Es decir, razonar pero sin presionar. Es duro y muchas veces cuesta, pero la forma más adecuada de tratar con ellos es razonar y razonar y razonar en multitud de ocasiones distintas, hasta dejar que poco a poco el adepto se den cuenta de que está en una secta.
No nos hagamos ilusiones. Suele ser un proceso largo, de varios meses o incluso años. A pesar de que los razonamientos causen mella en el adepto, estos tardan en dar sus frutos. Para ejemplificarlo, es como si fuéramos poniendo agua en un vaso gotita a gotita. Se tarda mucho en llenar el vaso, pero al final se consigue.
Lo importante de las conversaciones que podamos tener con el adepto, es que su contenido quedará en su mente, y él mismo irá reflexionando sobre lo que hemos hablado con él.
Así pues, sabiendo lo que hemos considerado en esta entrada, tratemos a los adeptos con respeto y con comprensión, entendiendo su situación. Si están en una fase inicial, razonemos con ellos de forma seria, apartando un tiempo especial para ello. Si por lo contrario ya llevan suficiente tiempo inmersos en la secta, intentemos tener conversaciones en las que el adepto se sienta a gusto, para que pueda expresarse con sus propias palabras y comentarnos sin miedo las dudas que tiene respecto al grupo, o sus inquietudes a nivel personal.
Otro consejo útil es ponerse en contacto con ex-adeptos que hayan pasado por la misma experiencia, y a poder ser por la misma secta. Ellos conocen mejor que nadie los sentimientos del adepto y también los puntos débiles de la secta en aspectos doctrinales o de gestión.
No nos hagamos ilusiones. Suele ser un proceso largo, de varios meses o incluso años. A pesar de que los razonamientos causen mella en el adepto, estos tardan en dar sus frutos. Para ejemplificarlo, es como si fuéramos poniendo agua en un vaso gotita a gotita. Se tarda mucho en llenar el vaso, pero al final se consigue.
Lo importante de las conversaciones que podamos tener con el adepto, es que su contenido quedará en su mente, y él mismo irá reflexionando sobre lo que hemos hablado con él.
Así pues, sabiendo lo que hemos considerado en esta entrada, tratemos a los adeptos con respeto y con comprensión, entendiendo su situación. Si están en una fase inicial, razonemos con ellos de forma seria, apartando un tiempo especial para ello. Si por lo contrario ya llevan suficiente tiempo inmersos en la secta, intentemos tener conversaciones en las que el adepto se sienta a gusto, para que pueda expresarse con sus propias palabras y comentarnos sin miedo las dudas que tiene respecto al grupo, o sus inquietudes a nivel personal.
Otro consejo útil es ponerse en contacto con ex-adeptos que hayan pasado por la misma experiencia, y a poder ser por la misma secta. Ellos conocen mejor que nadie los sentimientos del adepto y también los puntos débiles de la secta en aspectos doctrinales o de gestión.
Espero que todos juntos podamos reflexionar en nuestros parientes o seres queridos que siguen en la secta, y que esta información nos ayude a ser respetuosos y comprensivos con ellos, para poder ayudarles de verdad. Ellos están ahí, detrás de esa persona fanatizada y obsesionada con el grupo sectario. Siguen ahí, en el fondo de su mente, luchando por salir, pero caen presa una y otra vez de sus propios razonamientos sectarios.
Excelente artículo... me gusto mucho tu forma de expresar los conceptos con claridad... Una sugerencia que lei no sé donde, ademas de razonar, es hacer preguntas.... cuando haces una pregunta que no tiene respuesta o tiene una respuesta incongruente, eso genera en la mente mas dudas y reflexiones que toda una charla....
ResponderEliminarSaludos
Un muy buen punto Santiago el que sugieres. Con razonar o conversar me refiero a intercambio de ideas, reflexiones, puede incluir preguntas.
EliminarAlgo muy bueno es hacer preguntas sobre incongruencias, pero de forma sutil, es decir, mostrando un falso interés en la doctrina.
Pongamos por ejemplo: Oye Fulanito, ayer estuve estudiando un poco el tema de la destrucción de Jerusalén. Yo vi que en las publicaciones pone que fue en 607 aC, pero que quieres que te diga, a mi me parece que 587 es la fecha más razonable, porque hay muchas tablillas que la corroboran, así que no lo entiendo la verdad. ¿Tu podrías explicarme un poco eso? Porque no entiendo como pudo ser en 607, y además la mayoría de los expertos que cita la Sociedad en realidad creen correcto 587...
Esta podría ser una forma de introducir razonamientos o dudas sobre por ejemplo la destrucción de Jerusalén, aunque reconozco que he introducido un tema un poco complicado.
De todas formas si la persona no conoce la secta para nada pienso que es mejor que use el sentido común, su mejor arma, en lugar de ponerse a investigar doctrinas o a la propia secta. Lo último que necesitamos son dos personas captadas.
Hola RL....
ResponderEliminarcuando descubrimos la verdad de los Testigos, queremos convencer a nuestros más allegados de que están en una mentira.
Y la mayoría de las veces , creo que no se actúa de una manera acertada.
La situación es difícil, tenemos muchos sentimientos que se mezclan, y uno no tiene ninguna experiencia ýa que no lo ha hecho nunca antes.
Yo ahora haría muchas cosas diferente.
Por ejemplo no le hablaría de muchos temas, sino de uno o dos en particular.
Ya que los bombardeamos con todo lo que hemos averiguado y este pobre Testigo tan cerrado de mente, no se entera de nada.
cuando se va a su casa a pensar en todo lo que le hemos dicho, tiene la cabeza .... tiene un lio tan tremendo dentro que no ha captado nada.
Pero normalmente son ellos los que nos hacen preguntas ,y quieren saber más y más.
No debemos caer en el error de responderle a todo. Mejor lo invitamos a investigar por ellos mismos.
Yo cometí ese error con dos personas Testigos muy allegadas,
Ellas me hacían preguntas ... y lo que en realidad querían es convencerme de lo contario.
Así que mejor concentrarnos en responderle uno o dos temas, ya que de eso se van a acordar. Como tu dices, esa info la tendrán en su mente, y le darán vueltas. Si no ahora algún día en que empiecen a tener alguna duda o algo no le encaje.
Yo ,desgraciadamente no tuve más oportunidad de poder a hablar con ellas ,ni con nadie más.
Pero ahora lo haría de otra manera.
¡¡¡Saludos!!!
Así es Eli. Viéndolo en retrospectiva, yo también lo pude haber hecho mejor. Pero también es cierto que ahora sabemos mucho más que entonces. Eso no se puede cambiar.
EliminarLo que tu dices está muy bien. En lugar de enfocarnos en temas complicados, de difícil esclarecimiento, o de poca repercusión, centremos el tema en cosas que de verdad sean significativas, tal vez dos o tres temas.
Yo cuando trataba con mi ex-novia, siempre me decía a mi mismo:
Tranquilo RL. No le grites, no seas borde, no seas sarcástico. Eso es lo que la secta quiere. Es lo que la secta espera. Sé calmado, se cariñoso... ya no hagas nunca más lo que la secta espera de ti.
Esto que dice Eli es muy cierto, yo a pesar que he tenido un relativo exito en mi trasegar como apostata. Ya que he logrado desprogramar o ayudar a su desprogramación a mas de ocho conocidos. Esto lo he logrado con gente fuera de mi familia pero que dificil ha sido con mi familia. Las jerarquias alcanzadas por mis familiares dentro de la WT hace que sea mas dificil la cosa. Pero no imposible. Y sigo en la lucha. Muy buen tema RL.
EliminarEl Katire