MI BIOGRAFÍA (4) - EL ESTUDIO FORMAL

Buenos días amigos. Espero que estéis pasando un día agradable. En esta entrada intentaré comprimir lo que ha sido mi estudio formal con los testigos de Jehová durante varios años.

Como os explicaba en la entrada anterior, finalmente accedí a aceptar un estudio formal con los testigos, pese al recelo que tenía sobre el asunto. El estudio iba bien y me gustaba, puesto que mientras estudiábamos con mi maestro y su mujer, podíamos considerar muchas cosas de las escrituras y hablar sobre ellas.

La verdad es que mi impresión del estudio fue buena, y a día de hoy sigo pensando que fue un buen estudio bíblico y que se me dio total libertad para preguntar cosas y elegir temas. Debido a mi condición de universitario, me asignaron a un maestro que era anciano y era una persona bastante culta y con mucho conocimiento sobre la Organización y la Biblia. 

El estudio me parecía enriquecedor, y en las reuniones también lo pasaba bien estudiando los libros entre semana, y estudiando la revista los fines de semana, aunque debo admitir que algunas veces las revistas de estudio contenían material que me inquietaba, y que no me gustaba demasiado en ocasiones. 

Además se podía notar que a los demás testigos algunos temas les parecían delicados, pues se notaba que algunas partes de la revista solo eran comentadas por la gente más allegada a la Organización, como ancianos, precursores, etc.  Por ejemplo, cuando los temas trataban sobre no mantener tratos con los expulsados, sobre cambios de doctrinas, sobre mantener lealtad al esclavo fiel... Yo notaba que muchos se abstenían en esos puntos, al igual que yo mismo hacía.

Me gustaba mucho comentar, aunque siempre me gustaba comentar en referencia a la Biblia y sobre valores así en general. Nunca hacía comentarios apologistas a la Organización, pues no era mi estilo. A día de hoy me doy cuenta que precisamente eso se debía a que algo en mi interior sabía diferenciar los comentarios enfocados en Dios y la Biblia de los comentarios enfocados en la Organización y su lealtad a ella. 

Por lo demás mi vida fue marchando bien, yo me sentía feliz, la carrera seguía viento en popa, ya estaba a punto de terminarla, la relación con Ella seguía en los mismo términos, a través de internet, aunque también nos vimos físicamente en varias ocasiones y lo pasamos muy bien juntos. Esos días en los que me encontré con Ella y paseamos, comimos juntos, nos besamos, son los días de mi vida que más atesoro, aunque son una cantidad pequeña de días comparado al resto de mi vida. En otra ocasión os hablaré más de Ella y de nuestros encuentros, y de como ella es, pero en esta entrada no nos ocupa.

Sin embargo, pese a que el estudio y las reuniones me gustaban y todo en mi vida iba bien, yo me daba cuenta de que los temas principales seguían sin encontrar respuesta. Le presenté a mi maestro toda la información que había recopilado sobre el debate stauros/cruz y no pudo refutármelo. Sólo pudimos concluir que la Organización veía "stauros" como un simple palo vertical, y según él tampoco era un tema tan importante. 

También consideramos otros temas como la sangre y el 1914. Huelga decir que tampoco obtuve una respuesta conclusiva de estos temas. Lo más que podíamos hacer era repasar los artículos que la Sociedad había editado sobre los temas, pero esos artículos nunca llegaban al fondo del asunto. Me sentía limitado ya que sólo podíamos analizar la literatura de la Sociedad. Era como si tuviera que jugar a baloncesto con una sola mano. Yo en mi casa, seguía mi estudio personal en internet y evidentemente encontraba mucha más información, y mucho mas concluyente. 

Yo había llegado a entender las profecías que marcaban que Jesús vendría y sería el Mesías, y había llegado a poner fe en Jehová y en Jesús incluso antes de empezar el estudio formal. Sin embargo yo tenía una fe intermitente en la Sociedad, en el "canal de Dios". Tenía períodos en los que me sentía bien con las ideas de los testigos (1914, la sangre, etc.) y al cabo de un tiempo pasaba a no confiar en esas ideas porque no eran concluyentes. No encontraba una estabilidad como testigo de Jehová. 

Ella se daba cuenta de mis vaivenes de fe en la Sociedad, y eso la inquietaba y entristecía. La situación pues, se alargó así unos años en conjunto estudiando la Biblia de manera formal, hasta que hace poco tiempo llegó el momento de la verdad. En la próxima entrada os explicaré como dejé mi estudio bíblico y las reuniones, y por qué. También os relataré como siguió la relación con Ella.